Agüero
Arquitectura religiosa
Iglesia de San Juan
Esta iglesia parroquial fue construida en dos fases. La primera de ellas consta del siglo XIV y fue ordenada edificar por el Caballero de la Banda, Pedro González de Agüero. Así lo demuestra un descendiente del linaje en el año 1673 y la existencia de un sepulcro típico de la época en la propia iglesia.
La segunda fase tuvo lugar en el siglo XVII, a cargo de Gabriel González Agüero. Según pone de manifiesto un testimonio de 1617, una inscripción que hace alusión a este descendiente como responsable de la reedificación.
En sus orígenes, la Iglesia de San Juan fue un templo gótico, pero la remodelación del siglo XVII envolvió su estructura original. El edificio tiene una estructura sencilla, es una nave única que se divide en tres tramos, dos capillas laterales y coro alto a los pies. La torre es de planta cuadrada, articulada en tres cuerpos y rematada con adornos en forma de pirámide que terminan en una figura esférica, característico del estilo clásico de las torres trasmeranas del siglo XVII.
La iglesia cuenta con diferentes tipos de arcos y columnas clasicistas de la segunda fase de construcción. Además dispone de un pórtico de acceso, también del siglo XVII, conformado por cuatro columnas de orden toscano sobre netos de sillería.
En la capilla mayor de la iglesia se encontraba el monumento funerario de Pedro González de Agüero, conservado desde 1968 en el Museo Diocesano de Santillana del Mar. Es un sepulcro de madera con dimensiones ligeramente superiores a las naturales.
El Caballero de la Banda está representado de cuerpo entero, con una composición cerrada y rígida. Lo encontramos ataviado con una túnica y porta una espada cuya empuñadura está recubierta con motivos decorativos. En brazos y piernas esto es sustituido por una cota, reflejo de la armadura que vistió como caballero.
Su mano izquierda se apoya sobre el pomo de la espada y la derecha acaricia un halcón. La escultura también está acompañada de un perro sentado a los pies que mira a su amo. La escultura no muestra rasgos personalizados, sino que es una representación convencional propia de la baja Edad Media. Se trata de una obra realizada en el último cuarto del siglo XIV.
Se desconoce la fecha exacta de la muerte de Pedro González de Agüero aunque existen dos posibles fechas. La primera sería en 1376, cuando se le concedió el “Alfolí de Hierro” y la “Guarda de Pié de Concha”. La segunda, 1380, momento en el que fue sustituido como tutor de su nieto, lo que hace suponer su muerte. Según apuntan ambas hipótesis, su fallecimiento se fecharía en la segunda mitad del siglo XIV.
Arquitectura civil
Castillo de Agüero
El Castillo de Agüero se encuentra ubicado frente a la Iglesia de San Juan. Esta construcción destaca en el conjunto de Agüero por ser la más antigua y por su singularidad en el patrimonio arquitectónico de Marina de Cudeyo. Se trata de una fortaleza medieval que estaba destinada a enfrentarse a los enemigos que se aproximasen por tierra.
Es una construcción del bajo medievo y es un ejemplo de las conocidas como casa-torre rural de las vías costeras. Forma parte de una concentración de fortificaciones que caracterizó al conjunto defensivo de Santander y Marina de Cudeyo. Se trata de una torre señorial con una estructura típica de las casas-torre que seguirá presente durante el siglo XVI.
Su autoría se atribuye al primer miembro de la familia, Pedro González de Agüero, quien quiso aunar fortaleza y habitación del señor feudal.
La torre es una construcción de planta rectangular que cuenta con cuatro cubos circulares en las esquinas. Su fachada principal dispone de cinco pequeñas ventanas, reduciendo la iluminación y preservando la idea de defensa de este tipo de construcciones. El resto de aperturas del muro se limitan a pequeñas saeteras en las estructuras circulares o distribuidas por la pared.
El Castillo de Agüero cumple dos funciones: por un lado, ejercer el dominio feudal sobre su territorio y, por otro, defender el linaje de la familia desde una fortaleza. Este diseño o solución arquitectónica fue característica en las familias feudales en la Cantabria bajomedieval.
La distribución interna del castillo se hizo siguiendo el diseño habitual en las torres bajomedievales de Cantabria. La planta baja estaba destinada al cuerpo de guardia, cocina y caballerizas. La planta principal contaba con un salón para la vida común. La segunda estaba reservada para el dormitorio de los señores, la tercera para los criados y gentes de armas, y la última para la vigilancia.
Se cree que originariamente contaba con más altura como otras torres defensivas de la época. Además, unificaría espacios defensivos y residenciales en un único edificio, por lo que se construyó más ancha que otras en las que se separaba la torre-fuerte de las dependencias señoriales.
La mayoría de los estudios datan esta torre en los siglos XIII y XIV, aunque existe un debate historiográfico debido a las remodelaciones. Cabe la posibilidad de que conserve restos de una edificación anterior, pues al menos su cuerpo alto corresponde a los últimos años de la Edad Media. Pero es imposible conocer la fecha de su última reconstrucción. Uno de los motivos por los que se cree que debió ser torre y palacio en un solo bloque es la necesidad de unir vivienda y fuerte en la Edad Media. Ya en documentos de venta de bienes pertenecientes a la familia Velasco, se describen posesiones que tomaron de los Agüero tras las guerras banderizas y en los que figura una torre sin tejado llamada “la Casa y palacios antiguos de Agüero con su cava”
La construcción tiene cuatro inscripciones grabadas que ponen de manifiesto la restauración del castillo en el siglo XVII. Resalta la idea de prevalencia de los logros familiares, indicando cómo la activa intervención de la familia en la historia de la Trasmiera bajomedieval quedó plasmada en noticias históricas y en la leyenda popular.
Casona Villanueva de la Barca
La casa fue construida en el siglo XVII por el capitán Gabriel González de Agüero. Está ubicado en el Barrio del Campo, frente a la antigua torre y junto a la Iglesia de San Juan. Este señor de la Casa de Agüero reconstruyó la iglesia en 1617 y se estima que en la misma fecha acometió la edificación o reforma de esta vivienda solariega.
La casa está dividida en dos pisos, siguiendo la distribución típica de las viviendas solariegas del siglo XVII. En estas construcciones se pretendía la concordancia entre fachada y estructura interna. El piso inferior cuenta con un vestíbulo y una arcada que posiblemente estuviese ocupada por la cocina o cuarto de huéspedes. En el segundo piso se encontraban las habitaciones y un balcón situado sobre el arco central. A su izquierda se pueden ver las armas de la familia, sustentadas por un águila coronada sobre la cruz de Calatrava y dos leones, encima de los cuales penden dos áncoras.
El escudo está presidido por el lema “Ave María” y cuartelado por una “Y” coronada, una bandera inclinada sobre aguas, un grifo rampante y una bordura con nueve aspas. La corona dibujada sobre la letra “Y” de Ibáñez hace alusión a la concesión del privilegio que se otorgó a su sobrino, alrededor de 1692.
La unión familiar entre los Ibáñez, naturales de Solares, y los Agüero favoreció el resurgimiento familiar de estos últimos y debió influir en la recuperación de sus bienes que permanecían en manos de los Velasco. La Casona de Villanueva de la Barca debió ser cercada en el siglo XVII con una muralla mediana de pequeños cubos circulares.
Casa de Oruña
La que fue casa de Oruña se conserva en el Barrio de Trisuto. Se trata de un edificio con planta en forma de “L” y dos alturas. El conjunto arquitectónico está formado por tres cuerpos: cuerpo lateral izquierdo, cuerpo central y anexo o capilla.
El diseño de la edificación juega con diferentes volúmenes que quedan unificados por una fachada continua. El primer cuerpo tiene una planta baja con ventanas adinteladas con orejeras y un segundo piso con un balcón, del que solo se conservan los apoyos. El cuerpo central es la fachada principal. Y el tercer cuerpo fue diseñado para alojar la capilla de la Concepción.
El interior de la casa de Oruña apenas conserva la estructura original. De planta rectangular, debió alojar en la cabecera un retablo dedicado a la Virgen de la Concepción, en la actualidad se encuentra en paradero desconocido. La capilla y la vivienda se comunicaban a través de una moldura con casetones.
Existen pocos datos sobre esta casa. Algunos de ellos señalan que perteneció a Don Diego de Oruña y fue fundada a principios del siglo XVI. En el mismo solar en el que se encuentra edificada la casa, debió existir una construcción desde el siglo XVI que correspondía a la antigua capilla y la torre hoy desaparecidas. Esta capilla aparece en distintos documentos como ermita de San Sebastián. Posteriormente se construirían la casa, los escudos y la capilla. Podemos entender por diferentes escritos que la casa de Oruña que ha llegado a nuestros días se estaba construyendo hacia 1705.
Casona del siglo XVII
La Casa del siglo XVII se encuentra en el Barrio del Coterón, entre Agüero y Setién. Un edificio que está dividido en dos alturas. En su parte inferior se compone de un zaguán y dos pequeñas estancias a los lados, que se abren al exterior por medio de ventanas.
En el piso superior tiene balcones y en el centro de la fachada principal un escudo partido sobre la cruz de Calatrava. Cuenta también con una “Y” coronada, contrabando cuyo extremo se introduce en ondas de mar, pendón sobre agujas de jaquelado y inscripción de “Ave María”. También cuenta con siete aspas de San Andrés. En el segundo cuartel del escudo se pueden observar medias lunas, un sol y seis estrellas, un castillo con un guerrero armado, una gaviota, a cada lado del castillo un perro, siete cabezas de moro, lobos y dos calderas.
La arquitectura de esta casa destaca por su claridad de líneas, distribución perfecta de los volúmenes de la fachada siguiendo un estilo serliano. Todo ello es reflejo de ideales de construcción del siglo XVII, concordancia entre el orden interno y externo.
Puente de Agüero
Sobre el río Miera, de origen bajomedieval y reformado en varias ocasiones, el Puente de Agüero tuvo gran importancia en las comunicaciones del entorno de la Bahía de Santander. Fue proyectado en el año 1737 por Pedro de la Cereceda y realizado en sillería con tres ojos, arcos de medio punto y grandes tajamares.