Gajano
Arquitectura religiosa
Ermita de Nuestra Señora de las Nieves
La Ermita de Nuestra Señora de las Nieves perteneció a la casa de Rivero. Únicamente se hace referencia a ella en una documentación encontrada correspondiente a las cuentas parroquiales del año 1850. En estos documentos quedaron registrados los gastos del traslado de la imagen de Nuestra Señora de las Nieves.
El verdadero interés de la ermita lo encontramos en su interior, donde alberga una talla de la Virgen de comienzos del siglo XVII. De apariencia romanista, con complexión potente y rostro mofletudo. De esta figura destaca su encarnación y policromía doble, primero mate y luego pulimento.
Iglesia de San Martín
La Iglesia de San Martín está estructurada en tres naves: una cabecera rectangular, sacristía, coro alto a los pies y torre en el eje central. Su construcción se desarrolló en tres etapas entre los siglos XVI y XVIII.
Inicialmente, el templo fue diseñado para ser de única nave. En el siglo XVII se amplió con las dos estrechas naves adyacentes, que se construyeron en 1612 como capilla familiar. Y finalmente, en 1692, se concluye la obra.
La nave central tiene un mayor peso arquitectónico y está organizada por arcos de medio punto, a excepción de la cabecera que se abre por medio de un arco apuntado. La construcción distingue dos alturas que evidencian dos aspectos: la menor altura de ambas naves laterales y la solución que se da al desnivel generado por los soportes.
Según diferentes documentos, la familia Riva Herrera ejerció el patronato sobre este templo y la capilla mayor estuvo destinada como lugar de enterramiento para sus integrantes.
En el siglo XVI, los Riva Herrera aparecen como los responsables de la construcción de la Iglesia y en el siglo XVII los Riva Agüero impulsaron una reforma que supuso un notable cambio estético con respecto al plan inicial.
Entre ellos, el perfil exterior de cajón, que se ve alterado por el atrio añadido en el año 1735.
La diferencia de altura entre la nave principal y las colaterales, apenas se percibe desde fuera gracias al enmascaramiento de la estructura.
Sobre la esquina meridional del tejado podemos ver un reloj de sol. En relieve distinguimos un personaje acompañado por un ángel y una figura humana ofreciéndole un objeto.
Ya en el interior, la Iglesia de San Martín cuenta con un retablo mayor de estilo churrigueresco de 1723 en el que se puede observar a San Martín, San Ambrosio, San Jerónimo y la Coronación de la Virgen.
Arquitectura civil
Casa de los Riva Herrera
La torre también llamada “Palacio de los Riva Herrera” o “Torrejón de Gajano” formaba parte de un conjunto de fortificaciones ubicadas en una zona de influencia de la bahía de Santander.
Fue edificada en el siglo XVI y arquitectónicamente sigue la tipología de las fortalezas rurales con carácter defensivo. Se trata de una torre de carácter defensivo con tejado a cuatro aguas y con cuatro cilindros en sus esquinas, un elemento que buscaba aumentar la solidez de las construcciones del área de influencia.
Esta alta casa-torre con cilindros en las esquinas y muralla alrededor representa las construcciones a medio camino entre la fortaleza medieval y el palacete rural renacentista.
Posee un escudo en la portalada que representa las armas de Riva sobre la cruz de Santiago con una torre, dos árboles, pareja de grifos y bordura con cruces de San Andrés. En la fachada principal del edificio encontramos el mismo escudo con la agregación de dos leones por soportes.
La estructura de esta casa responde a la necesidad de Fernando de la Riva Herrera de un palacio donde vivir y mostrar su poder. Además, debemos tener en cuenta la enemistad con Inglaterra desde que se comenzó a luchar en Flandes en la decimosexta centuria, que hizo más temibles los ataques por la costa cantábrica. Por este motivo, las viviendas cercanas a la costa y de fácil acceso tomaron algunas medidas de protección en su arquitectura.
En el año 1992 la Casa de los Riva Herrera fue declarada Bien de Interés Cultural.
Casa Lomba o Encina
También conocida como Casa Cuetos Riva-Agüero por los apellidos de la dinastía a la que perteneció. Es una construcción del siglo XVII. Concretamente, en 1629 contribuyó a completar el conjunto arquitectónico y señorial de Gajano.
De planta cuadrada, se conserva parte de su fábrica original. Retoma la tipología típica de las casonas que durante la época salpicaron la geografía cántabra.
Está dividida en dos alturas, tiene un marcado desarrollo longitudinal y un amplio zaguán. Tiene una platabanda que divide los dos cuerpos, un balcón que descansa sobre el pilar central y otros dos que completan las aberturas en el lienzo del segundo piso. Esta distribución de los balcones produce un efecto desordenado de la fachada.
Esta construcción fue modificada en los siglos XVIII y XIX, así lo demuestra la presencia del balcón central que es una clara reforma dieciochesca. Se agregó un segundo cuerpo junto al principal delimitado por muros cortavientos. Y el arco de ingreso pretende armonizar el diseño exterior. La tercera altura de la casa fue añadida en el siglo XIX y desvirtúa la esencia original de la construcción desplazando el eje central.
El solar está cerrado por una portalada dieciochesca que recuerda a la puerta de acceso de la Iglesia parroquial de San Martín por su bajo cuerpo y diferentes elementos clásicos presentes.
Únicamente se conserva en el exterior uno de los escudos que se encuentra situado junto al balcón lateral. En el primer cuartel podemos ver castillo saliendo del homenaje árbol, dos guerreros armados y sobre ellos dos cabezas de moro cortadas, en jefe dos lises y en punta una venera que corresponde al apellido Cuetos.
El segundo incluye una torre y a cada lado un árbol surmontado de grifo que hace referencia al apellido Riva. En el tercer cuartel observamos dos órdenes de escaques, banda, grifo coronado y surmontado de lucero, y en el cantón superior izquierda una “Y” coronada aludiendo a los Agüero. Estos dos últimos cuarteles tienen una bordura de ocho aspas y juntos hacen un solo apellido: Riva Agüero.